La acupuntura es un enfoque alternativo medicinal que se inventó en China hace más de 2000 años, que ha evolucionado con el paso del tiempo y consiste en insertar agujas muy finas en puntos estratégicos del cuerpo; para los acupunturistas tradicionales orientales, estas agujas ayudan a equilibrar la fuerza vital del ser humano (conocida como “qi” o “chi” en China) que fluye a través de los “meridianos” del cuerpo.

En occidente, los acupunturistas ven estos puntos estratégicos como lugares para estimular músculos, nervios y tejidos conectivos, lo que, en muchos casos, libera analgésicos naturales del cuerpo y ayudar a combatir dolores musculares y tensiones.

Equilibrio o estimulo, la acupuntura se ha hecho muy popular para tratar dolencias como: nauseas y vómitos provocados por quimioterapias, dolor de dientes, dolor de cabeza (incluyendo las migrañas), dolor de parto, lumbalgia, dolor de cuello, artritis, calambres menstruales, problemas respiratorios y más.

Los tratamientos de acupuntura pueden durar desde una sesión hasta un año, dependiendo de que tipo de tratamiento necesites, por eso debes acudir expresamente con un acupuntor certificado que te hará una evaluación completa antes de comenzar a insertar agujas alrededor de todo tu cuerpo; durante la sesión, el acupuntor insertará entre 5 a 20 agujas en los puntos que se requieren para tratar tu malestar y aunque la mayoría de las personas no sienten las agujas cuando son insertadas, hay un pequeño porcentaje de pacientes que han reportado unas pequeñas molestias, pero nada doloroso.

La acupuntura es un remedio que, al menos en nuestro país, ha mezclado las enseñanzas entre oriente y occidente, por lo que cada acupuntor tiene un estilo diferente pero que te ayudará a relajar puntos de dolor de una forma alternativa y sin ningún fármaco.