La app de reproducción musical, Spotify, paga sumas minúsculas por reproducción. De acuerdo con el diario The Guardian, citó que el servicio paga 3.18 dólares por cada 1.000 reproducciones. Mientras que, El Musician’s Union, hizo una encuesta el año pasado y encontró que el 82 por ciento de sus encuestados ganaban menos de 277 dólares al año del streaming. 

Pero, ¿qué pasa si un escucha decide llevarlo al extremo y reproducir a un artista en cantidades industriales? ¿Podría, en teoría, ayudar al artista a ganar dinero con cada play?

Después de leer sobre las campañas que hacen los fans para aumentar el número de streams de sus artistas favoritos, tú, una persona normal, ¿podrías subir algo de música, convertir Spotify en una mina de oro y volverte millonario, todo mientras estaba tirado en mi cama? 

La respuesta a esta pregunta, esta a continuación en esta guía par volverte millonario con Spotify:

PASO UNO – SUBE TU MÚSICA

Lo primero que debe saber cualquier persona que quiera ganar dinero con Spotify es que una vez que una canción lleva 30 segundos reproduciéndose, cuenta como un stream. Entonces, sin absolutamente ningún talento, puedes hacer cualquier cosa en GarageBand que dure 30 segundos y contará como música. Luego, después de pagarle una cantidad razonable a un distribuidor de música (Ditto Music cobra 26 dólares al año, pero hay muchas opciones), puedes subirla a Spotify y comenzar a ganar una pequeña cantidad de dinero.

Reproducir constantemente una playlist de tus canciones de 30 segundos podría ayudarte a conseguir 2.880 reproducciones en un período de 24 horas. Usando la cifra del The Guardian, eso te dejaría 9.15 dólares al día. No es suficiente como para dejar tu trabajo, pero esa cantidad suma 3.300 dólares en el transcurso de un año.

Si a eso le agregas un plan Spotify Premium Familiar —el cual permite que seis usuarios en la misma dirección puedan acceder al servicio— multiplicarías esos 3.300 por seis, o sea, un total de 20.000 dólares al año.

Dicho esto, Spotify no cuenta las reproducciones cuando la aplicación (o el dispositivo) está silenciado, entonces para ganar esos 20.000 dólares necesitarías estar escuchando tu música de mierda, las 24 horas del día, de seis fuentes diferentes, algo que podría ser una completa pesadilla.

Aquí es donde tienes que ir con todo.

PASO DOS: PON A LA TECNOLOGÍA DE TU LADO

Una Raspberry Pi Zero W es una computadora barata sin monitor, teclado, disco duro interno o mouse. Sin embargo, tiene capacidad para wifi, y con un poco de esfuerzo y una tarjeta SD puedes ejecutar Spotify allí. No tiene entrada para audífonos, por lo que, probablemente, (y solo probablemente) puedas subir el volumen en Spotify, pero no escuchar ni un carajo.

“Sería un fastidio configurarlo, pero probablemente sea factible”, dice Cal King, fotógrafo y entusiasta de la Raspberry Pi que ha utilizado este tipo de computadoras para todo tipo de inventos, como una pantalla que muestra constantemente la portada de un periódico y un shuffler de listas de reproducción.

“Necesitarías configurar cada una de modo que cuando la prendas, tan pronto como se encienda el dispositivo, active la lista de reproducción de Spotify y comience a reproducirse automáticamente. Tendrías que elaborar un código, luego flashearlo en cada tarjeta SD y simplemente cambiar los detalles de inicio de sesión que necesites. Básicamente, estás proponiendo lo mismo que la minería de bitcoins, pero para los streams de Spotify, que requieren mucho menos de la computadora. Será complicado, pero debería funcionar”.

Reproducir continuamente canciones de 30 segundos durante 24 horas en una computadora normal te generaría 9.15 dólares al día. Si, de alguna manera, consigues doce dispositivos Raspberry Pi, eso se convertiría en 109.8 dólares al día, que es un poco más de 40.000 dólares al año. No está nada mal, pero para llegar a siete cifras debemos seguir el ejemplo del viejito taiwanés que montó 64 teléfonos inteligentes en su bicicleta para jugar Pokémon Go y hacer historia.

PASO TRES: INVIERTE E INDUSTRIALIZA

Lo bueno de la Raspberry Pi es que es muy pequeña. Si fueras muy organizado, muy paciente y supieras cómo manejar los cables, podrías meter 360 de ellas en un armario de IKEA. Es decir, 360 computadoras reproduciendo constantemente tu música y más de un millón de streams (1.036.800, para ser exactos) al día.

Por supuesto, tener tantos planes familiares de Spotify parecerá un poco sospechoso, pero a Spotify le preocupa más que las personas usando el mismo plan estén en diferentes direcciones: los términos y condiciones del plan familiar requieren que todos los usuarios vivan bajo el mismo techo. Es poco probable que pagar por varias cuentas desde una dirección llame la atención (crucemos los dedos).

Configura tus 360 computadoras Raspberry Pi para reproducir tu canción de 30 segundos todo el día, todos los días, durante un año y, ¡por fin! habrás ganado más de 1.200.000 dólares en streams (9.15 por día, multiplicado por 360 computadoras, multiplicado por 365 días al año). Es mucho trabajo, pero maldita sea, lo habrás logrado. Eres millonario, cariño (revisa las cuentas, ¡me tomó años!)

PASO CUATRO: ¿REALMENTE FUNCIONA INDUSTRIALIZAR TU MÚSICA?  

Básicamente, no. Todo lo anterior va en contra de los términos y condiciones de Spotify, que prohíben “intentar manipular Spotify mediante procesos automatizados”.

Si siguieras el proceso anterior, ganarías suficiente dinero para comprar otros cuatro conjuntos (de 360 computadoras) cada mes, aumentando así tu producción. Primer mes, un armario. Segundo mes, cinco. Tercer mes, 25 y así sucesivamente. Spotify tiene un valor de 67 mil millones de dólares. Al cabo de un año, tendrías mucho más dinero del que existe en el mundo y Spotify te quedaría debiendo. La economía mundial se desestabilizaría irremediablemente. El mundo sería tuyo. Serías un dios. y el mundo tal como lo conocemos se acabaría.

Entonces, aunque la conclusión de este plan casi perfecto es una patada en el culo, también eso significa que los términos y condiciones de Spotify pueden haber salvado el mundo, y eso es algo.

La industria de la música es una locura, con sumas de dinero inimaginablemente enormes para los de arriba e insultantemente minúsculas para los de abajo. El abismo entre los que ganan millones mientras duermen y los que trabajan hasta los huesos por casi nada va a seguir ensanchándose, y es muy probable que no se pueda hacer nada al respecto. Si construir una granja industrial de streams basada en un armario de IKEA no hace que el abismo sea más estrecho, tal vez nada lo hará.
Con información de Mike Rampton vía vice.com