El sol es una parte fundamental de la vida y sus rayos ayudan a producir vitamina D en la piel y nuestro cuerpo.

La vitamina D es muy importante para la mineralización de los huesos y ayuda a la absorción del calcio y el fósforo.

Esta vitamina es capaz de producirse en la piel por el precursor conocido como 7-dehidrocolesterol gracias a la radiación UV del sol.

Con solo un aproximado de 5 ó 10 minutos de sol, dos o tres veces por semana es suficiente para recargar los depósitos de vitamina D, y con media hora de sol al día puedes mejorar el aspecto de tu piel.

El sol es capaz de aumentar el número de glóbulos blancos o linfocitos, ayudándonos a hacer frente a alguna infección; A demás a través de la luz UV podemos metabolizar el colesterol de nuestro cuerpo.

Tomar luz solar sin duda tiene muchos beneficios, aumenta la circulación de la sangre en la piel, tiene un efecto protector frente a los tumores, contiene melatonina que se encarga de regular los ciclos de sueño y la exposición solar en la infancia reduce el riesgo de desarrollar enfermedades en el futuro.

La clave está en tomar sus rayos a primera hora de la mañana o a última de la tarde, cuando no existe un peligro de quemadura y es importante no sobrepasar los 30 minutos.

Con información de Puleva