Los cubos Rubik son un gran entretenimiento, uno de esos pasatiempos para cuando estamos aburridos o cuando deseamos renovar ideas, pero también un dolor de cabeza si es que tenemos poca experiencia resolviéndolos.

 

Para este tipo de problemas, un inventor japonés desarrolló un cubo Rubik que es capaz de resolverse por sí mismo.

 

 

Una vez que se desordenan sus partes, un algoritmo se encarga de resolverlo, moviendo sus partes mecánicas cada una hasta encontrar la solución dejando cada lado ordenado.

 

Para que esto sucediera, el inventor creó un núcleo del cubo con impresión 3D modificando cada uno de los pequeños cubos para que se acoplaran y pudieran moverse con facilidad.

 

 

Puede tardar hasta un minuto en encontrar la solución, algo más que fascinante y que en caso de que no desees sufrir más en armar el cubo Rubik una gran solución.