Cuando nace un bebé, hay varias pruebas neonatales que se le deben realizar al recién nacido para detectar cualquier anomalía en su cuerpecito. Una de estas pruebas es el tamiz auditivo, el cual es una prueba sencilla y rápida, que permite detectar disminución de la audición o sordera en recién nacidos, sin causar dolor o molestia alguna.

Pero, ¿en qué consiste el tamiz auditivo? Se coloca un pequeño “audífono” en el oído del bebé para registrar la capacidad auditiva del bebé y todo el proceso solo dura unos cuantos segundos y no es doloroso ni molesto para el recién nacido. El momento ideal para realizar el tamiz es al momento del nacimiento hasta los 3 meses de vida del bebé.

La sordera representa uno de los principales problemas al nacimiento y de discapacidad en la población infantil, sobre todo si existe el antecedente de nacimiento pretérmino, pero si se detecta en los primeros tres meses de vida, existen métodos que pueden evitar las limitaciones en el desarrollo integral del niño, principalmente en el lenguaje y el aprendizaje.

Los resultados de la evaluación determinarán si el bebé ha pasado la prueba o si es necesario realizarla por segunda vez. Si aun estos resultados muestran que tiene algún tipo de problema de audición, se requiere una nueva valoración para determinar un tratamiento.