En 2012, tras 12 años de gobiernos panistas, Enrique Peña Nieto ganó la Presidencia. El PRI estaba de regreso. El partido tricolor prometía que con el regreso al Poder Ejecutivo llegaría una nueva etapa de gobiernos priistas.

Al arranque del sexenio de Peña Nieto, el PRI gobernaba 21 entidades, hasta este 1 de julio solo gobierna en 14,la pérdida fue paulatina.

Entre 2012 y 2018, el PRI fue relevado de 12 gobiernos estatales, aunque logró hacerse de cinco entidades que no tenía.

EL NUEVO PRI

La promesa del ‘nuevo PRI’ comenzó a diluirse por los escándalos de los nuevos gobernadores priistas que llegaron al poder uno o dos años antes que Peña Nieto. Los mandatarios César Duarte, en Chihuahua, y Roberto Borge, en Quintana Roo, arribaron al poder en 2010; Javier Duarte lo hizo en 2011. Ellos eran el ejemplo del presidente Peña de “nuevos cuadros” que lo acompañarían en la nueva era priista, pero los tres colocaron a sus administraciones como ejemplos de corrupción y abusos de poder.

 

En 2012, además de la llegada de Peña Nieto a la Presidencia, el PRI consiguió tres de siete gubernaturas en disputa. Los estados de Jalisco, Yucatán y Chiapas con su aliado el Partido Verde y con un candidato de ese partido, Manuel Velasco, se sumaban al mapa tricolor.

Al año siguiente, solo hubo una elección de gobernador, el PAN gobernaba y fue ganador en Baja California. En 2014, no se disputó ninguna gubernatura y no hubo derrotas electorales, pero en ese año se publicó el reportajeLa Casa blanca de Enrique Peña Nieto, en el que se denunció el presunto conflicto de interés del mandatario priista en la adquisición de una propiedad escriturada a nombre de su esposa.

El gobierno celebrado por las reformas estructurales de los dos primeros años, también entregaba malos resultados a la mitad del sexenio: magro crecimiento económico, mínima creación de empleos y altos niveles de violencia y corrupción.

EL INICIO DE LA CAÍDA

Pero regresemos al 2015 electoral: a tres años de la administración de Peña Nieto, el PRI tuvo su primer descalabro en las urnas. Se disputaron nueve gubernaturas, el tricolor obtuvo cuatro que subirían a cinco: Campeche, Guerrero, San Luis Potosí y Sonora el 1 de junio, Colima se fue a una segunda jornada por anulación que al final quedó en manos del PRI.

Perdió tres estados que gobernaba: Nuevo León, Michoacán y Querétaro.

Si comparamos el porcentaje de votos obtenidos en las elecciones federales de 2012 y 2015, se puede concluir que el PRI se mantuvo en porcentaje de votos a nivel legislativo, y que tuvo una caída mínima de 29% a 28%. Sin embargo, las elecciones intermedias de 2015 registraron menor participación, con lo que el PRI perdió en cantidad de votos, pero logró quedarse con 206 curules en la Cámara de Diputados.

2018: La crisis del PRI

El peor descalabro fue el del año 2016. Se disputaron 12 gubernaturas y perdió siete. De los estados perdidos, entregó cuatro que había gobernado siempre: Durango, Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas.

Al año siguiente, se disputaron tres gubernaturas: Edomex, Coahuila y Nayarit, las tres entidades estaban en manos del PRI y sólo pudo retener las dos primeras con triunfos cuestionables.

Este 2018, de las 9 gubernaturas que se disputaron solo en Yucatán el PRI fue competitivo, las demás entidades las perdió con diferencias amplias: Ciudad de México, Puebla, Morelos, Veracruz, Chiapas, Guanajuato, Jalisco y Tabasco.

Con información de: Nación321