La llegada del coronavirus, hace más de un año, se ha traducido en un duro aumento de la violencia machista, de la sobrecarga laboral y en un retroceso de los derechos de las mujeres, una situación que hoy han denunciado los colectivos feministas en el Día de la Mujer más virtual de la historia, ya que la pandemia ha impedido grandes concentraciones.

En esta ocasión, en la que ellas tenían redoblados motivos para protestar, se ha intentado evitar que aumentaran los contagios en reuniones multitudinarias, tras las polémicas suscitadas el 8 de marzo del pasado año, apenas unos días antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la crisis sanitaria.

Conferencias, exposiciones, películas, debates y conciertos en las redes para celebrar a las mujeres han sido la tónica de la jornada en la mayor parte del mundo, aunque en algunos países se han atrevido a salir a las calles.

“La recuperación no será adecuada e inclusiva si no incluye a las mujeres en las decisiones que afectan a sus vidas”, subrayó la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, en el acto virtual con el que Naciones Unidas conmemoró oficialmente el Día Internacional de la Mujer.

A su vez, la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la Unión Europea reclamó hoy a los Estados miembros que dejen de ignorar que las mujeres no se sienten seguras y que hagan más, y más rápido, para acabar con las agresiones. Este año, el confinamiento se ha convertido en un sinónimo de violencia machista.

Según el estudio “Delitos, Seguridad y Derechos de las víctimas”, publicado por la FRA en febrero, un 9% de ellas experimentó algún tipo de ataque físico en los 5 últimos años, y un 6% en los 12 meses antes del informe.

Además, la violencia machista es un problema “particularmente preocupante” en América Latina, puesto que “ya estaba muy extendida antes” del coronavirus, apuntó un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).