Kanye West, rapero estadounidense que ahora se nombra como Ye, visitó la Casa Blanca para una reunión con el presidente Donald Trump, dejando varios momentos para la prensa al dejar ver su gran amor por el magnate.

 

West lució su gorra Make America Great Again (MAGA por sus siglas en inglés), la cual dijo que para él usarla fue como la capa de Superman durante la campaña electoral.

 

 

Su reunión tuvo como intención hablar sobre el combate a la violencia en las pandillas y la reforma del sistema penitenciario, pero todo tomó un lado oscuro por los discursos de West.

 

“Mi padre y madre se separaron, así que no había mucha energía masculina en casa, y también estoy casado con (una mujer de) una familia en la que tampoco hay mucha energía masculina”, explicó.

 

 

Comentó que tras ser diagnosticado con trastorno bipolar, podía no haber esperado Trump que “un hijo de puta loco” como él lo apoyara en las elecciones.

 

Donald Trump solo se limitó a decir en varias ocasiones que eso fue bastante ante lo profundo de los mensajes, además, aseguró que Kanye West sería un gran candidato presidencial.

 

West ha sido más que criticado por la industria de la música y del espectáculo al convertirse en una de las grandes figuras que apoya a Trump y sus políticas, e inclusive a dejado ver su intención de postularse como presidente en 2024.