El Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado subastará casas y departamentos obtenidos por procesos judiciales o que fueron decomisados al crimen organizado el próximo domingo 23 de junio en Los Pinos; de esta subasta esperan recaudar 261 millones 900 mil pesos.

La subasta estará dividida en dos bloques. La primera parte, conformada por 15 bienes en abandono; el dinero será destinado para los municipios de mayor marginación en la Sierra de Guerrero. La segunda estará integrada por 12 inmuebles: 11 en extinción de dominio y uno en decomiso.

El dinero será repartido en cuatro partes iguales para el poder judicial, la Fiscalía General de la República (FGR), la Secretaría de Salud y a víctimas conforme a la Ley Federal de Extinción de Dominio.

El titular del Instituto, Ricardo Rodríguez, dijo que esta es la primera subasta de inmuebles que se hará a martillo, pues anteriormente el Sistema de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) la realizaba por Internet.

Recordó que se llevará a cabo de la misma forma que las anteriores, comprando las bases del 14 al 20 de junio en tiendas de autoservicio a 100 pesos.

Indicó que en dos o tres semanas se llevará una subasta de joyas y lo recaudado será para la Estrategia Nacional contra las Adicciones.

Inmuebles que conforman la subasta

Los 15 bienes del primer bloque tienen un valor de 93 millones 500 mil pesos.

De acuerdo con Rodríguez, aquí destaca una casa en Los Cabos, Baja California Sur, que tiene un costo de 15 millones de pesos; tres casas en Metepec, Estado de México, una de ellas de 21 millones de pesos.

También una casa en Isla Dorada, Cancún, de 9 millones 700 mil de pesos y  una casa en Jardines del Pedregal, en la Ciudad de México de 14 millones de pesos.

La segunda parte está conformada por 12 lotes, 11 en extinción de dominio y uno en decomiso. Destaca el rancho Los Tres García en Naucalpan, Estado de México, de un precio de 32 millones de pesos.

También un departamento en Morelos de 3.5 millones de pesos; tres departamentos en Tamaulipas de 250 mil pesos cada uno; una casa de 2 millones de pesos en Atiapán de Zaragoza, Estado de México y un hotel en Sonora.