Por. Zac

En memoria a Kobe Bryant, los angelinos levantaron su décimo séptimo Trofeo Larry O’Brien en la historia del equipo, en un duelo que fue más por cortesía que por obligación, donde superaron al Heat de Miami 106 sobre 93.

Los dirigidos por Frank Vogel, saltaron a la duela obligados a ganar el campeonato, con un Lebron James liderando la ofensiva de principio a fin y con un Anthony Davis respondiendo bajo el aro, pero sobre todo, honrando a Kobe, quien perdió la vida a principios de este año en un accidente de helicóptero.

Este campeonato 2019/2020 quedará marcado para la historia del baloncesto norteamericano por convertirse en el más largo en la historia de la NBA, debido a la pandemia ocasionada por el COVID-19, que llevo a toda la liga mudarse a Orlando, para terminar con la temporada regular y disputar los Playoffs en una sola sede, sin público en las gradas y con las medidas sanitarias correspondientes.

The King James cumplió su promesa, darle a los californianos y a Kobe su anillo número 17 para así emparejar los obtenidos por los acérrimos rivales, los Celtics de Boston. Este título es el primero con un sabor agridulce, ya que se logró lejos de casa (Los Ángeles) y bajo la nueva normalidad.

Por su parte, James obtuvo su cuarto título en la NBA, terminando el partido con triples doble: 28 puntos, 14 rebotes y 10 asistencias, con este, su tercer equipo como profesional; dejando ya en segunda posición al legendario ‘Magic’ Jhonson.

Una noche inolvidable será para el Ala Pívot de los Lakers, Davis, que cerró la temporada con lágrimas en los ojos, tras ganar su primer titulo en su trayectoria, siendo un referente para el cuadro titular y el brazo derecho de James durante esta campaña.



¡Por ti, Kobe Bryant!