Fue en 2016 cuando la Selección Mexicana recibió una de sus peores goleadas en su historia al ser exhibido con un 7-0 en contra al enfrentarse contra Chile, teniendo como escenario los cuartos de final de la Copa América Centenario.

 

Dos años de ese momento y las sensaciones parecen seguir vivas, el resultado fue desastroso y algo que no se esperaba ver, ya que la distancia entre los equipos no parecía ser tan grande o cómo lo expresa César Luis Menotti:

 

“Partidos como los del otro día son un golpe duro en esta búsqueda de dejar de ser un protagonistas para convertirse en un candidato. Uno sabe que en el futbol todo puede pasar, pero un 7-0 es ofensivo, toca mucho la fibra. No existe esa diferencia entre los equipos”, afirmó.

 

 

Después de ese día los equipos se vuelven a encontrar este martes 16 de octubre en partido amistoso a realizarse en Querétaro a las 20:45 horas, viendo ese escenario de reojo, podemos decir que México aprendió algo, quedará alguna lección de aquel día.

 

Antes de empezar, el análisis queda oscurecido, manchado por el desequilibrio que existe después de que Chile no calificara al Mundial de Rusia 2018.

 

 

En aquel momento la Selección fue criticada por todos lados, por no darle oportunidad a la continuidad con nueve técnicos en un periodo corto de técnico, una lección no aprendida al decir adiós a Juan Carlos Osorio.

 

Se criticaba la falta de una alineación, momento en que comenzó a lucir el apodo de Juan Cambios, algo que sigue vigente con una convocatoria de Ricardo Ferretti llena de jóvenes que no serán llamados de nuevo en un rato.

 

Se criticó el sistema de juego, buscando ser ofensivo en la segunda parte de manera exagerada y dónde permitió cinco de los siete goles. La lección fue más para Osorio y la aprendió bien, para los jugadores no mucho ha cambiado.

 

 

De ese día, existe más arrepentimiento de los chilenos que de mexicanos y es entendible si revivimos la parte de clasificar al Mundial. México también mejoró al revivir la regla de jóvenes, pero más allá de eso en nada afectó, Osorio siguió de técnico y llevó fácil al equipo al Mundial.

 

Chile aprendió que no solo se puede ganar con la camiseta, fue después de todo una victoria pírrica y para México una sacudida fuerte de los errores de su futbol, pero no lo suficiente para que algo en esencia haya cambiado.