Como todos los años, el 19 de octubre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama, por lo que la autoexploración y el control de rutina se han vuelto parte fundamental en estos tiempos de COVID-19.

Octubre se vuelve el mes rosa, ya que es el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama, enfermedad que afecta a 1 de cada 8 mujeres en algún momento de su vida, y es que en México solo un 40% de las mujeres realizó sus controles mamarios y el esfuerzo se debe de doblegar en estos meses de “cuarentena”.

“La pandemia no ha puesto en pausa las enfermedades no transmisibles, las mismas han continuado su desarrollo en cuarentena, con el agravante del sedentarismo, la escasa o nula exposición al sol con bajas de vitamina D, la mala alimentación, un significativo aumento del consumo de alcohol y tabaco, sumado a la inestabilidad emocional”.

Luciano Cassab, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Mastología.

La importancia del chequeo rutinario te ayudará a detectar la enfermedad en sus etapas iniciales, siendo en esta etapa cuando se tiene un 95% de probabilidad para combatir esta enfermedad y los tratamientos son menos “agresivos”.

por temor al contagio o simplemente por la ausencia de síntomas, muchas mujeres postergaron sus estudios de control anual donde la mamografía es fundamental para la detección precoz. Seguramente en uno o dos años encontremos las lesiones que hoy no controlamos. Probablemente las veremos en estadíos más avanzados, necesiten tratamientos más intensivos y agresivos que los que indicaríamos ahora y -tal vez- disminuyan las probabilidades de cura”

Luciano Cassab, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Mastología.

El cáncer de mama puede ocurrir a cualquier edad, y como ya lo mencionamos, 1 de cada 8 mujeres padecerán de esta enfermedad a lo largo de su vida; el 50% de las mujeres que son diagnosticadas es entre los 50 y 70 años y solo un 10% antes de los 40.

Ésta enfermedad no es por cuestiones hereditarias, ya que entre el 70% y 75% de los casos confirmados son esporádicos, aunque el cáncer hereditario representa el 10% de los casos totales.

“Ser mujer, cumplir años y tener antecedentes familiares de la enfermedad son factores de riesgo que no podemos modificar, pero llevar una vida sana, realizar actividad física regularmente, mantener una alimentación pobre en grasas, incorporar frutas y verduras a la dieta, disminuir el consumo de alcohol, abandonar el tabaco y evitar el sobrepeso, son pequeños cambios que sí podemos realizar a fin de disminuir el riesgo de cáncer de mama”.

Se debe recordar que antes de los 35 años y durante el control ginecólogo anual se realiza un examen físico y cuando sea necesario el médico pedirá una ecografía mamaria, siendo este el primer estudio.

En mujeres que no tienen algún antecedente ni síntomas se realiza una mamografía base a los 35 años, a partir de los 40 años se realizará anualmente.

Si la mujer presenta síntomas o algún tipo de anormalidad en las mamas y si el médico lo considera necesario, se empezarán a realizar los estudios antes de lo “normal” y se tendrá un seguimiento continuo.

Si en tu familia ya hay antecedentes de primer grado, se recomiendo que el primer control a los 10 años antes de la edad de la detección del cáncer del familiar más cercano (si fue diagnosticada a los 30 años el primer estudio deberá de ser a los 20 años).

Información: Infobae