En un documento de 60 páginas queda establecido lo que el gobierno de la Cuarta Transformación pretende hacer de aquí al 2024. Se trata del Plan Nacional de Desarrollo, el cual –según AMLO– es el primero en más de tres décadas que “pone por delante el bienestar y no el lucro”. A ver si es cierto.

 

El Plan de Desarrollo Nacional 2019-2024 de la 4T está conformado nomás por tres apartados: Política y Gobierno, Política Social y Economía…. ¿pa’ qué más? Claro, cada uno tiene sus numerosos apartados en los que se detalla cómo la administración de Andrés Manuel López Obrador abordará temas como la corrupción, el empleo, la educación, la salud, el combate a las drogas, la seguridad nacional, los programas sociales y el mantenimiento de las políticas sanas…

 

Y si creen que en esta nota nomás estamos pasando por encimita los temas, es porque sabemos que no tendrán bronca en leer el breve texto… demasiado breve, para algunos analistas.

 

Otro ejemplo está en la erradicación de la corrupción, asunto clave para la 4T y en el que los que hicieron el documento decidieron sólo dedicarle poquito menos de dos cuartillas. Así, en corto, se explica qué es la corrupción (canción por demás sonada en los últimos meses: “Las prácticas corruptas, agudizadas en el periodo neoliberal, dañaron severamente la capacidad de las instituciones para desempeñar sus tareas legales, etc, etc”)… ¿cómo? Tipificando la corrupción como delito grave, prohibir las adjudicaciones directas, establecer la obligatoriedad de las declaraciones patrimonial, fiscal y de intereses de todos los servidores públicos, eliminar el fuero de los altos funcionarios, entre otras acciones, con miras no sólo a evitar la corrupción –según Reforrma, hasta lograr reducirla al 50%–, también el dispendio y la frivolidad.

 

En cuanto a uno de los temas que más han estado en la tablita en los pocos meses que AMLO lleva en el poder (la economía ), el Plan Nacional de Desarrollo indica que esta administración pretende… detonar la economía (utsss, qué original), la cual desde los 80 “ha estado por debajo de los requerimientos de la población (…) [ya que] mientras que las entidades del Norte exhiben tasas de crecimiento moderadas pero aceptables, las del Sur han padecido un decrecimiento real”.

 

Y bueno, para lo anterior, se tiene pensado mantener la política de no gastar más dinero del que ingrese a las arcas. Lo cual estará un poquito en chino, ya que se prevé que 800 mil millones de pesos del presupuesto ya están apartados para el pago de la deuda pública que en estos momentos asciende a  10 billones de pesos.

 

¿Y así se pretende tener un crecimiento económico de esos que no tiene ni Obama? Ohhhh, bueno, nosotros qué… así dice el documento. Ya si de algo sirve para creer que así sucederá, en el apartado económico también se menciona la promesa de no más incrementos de impuestos en términos reales ni aumentos a los precios de los combustibles por encima de la inflación… además, se habla del respeto a contratos suscritos por administraciones anteriores, el rescate al sector energético y el fomento a la creación de empleos “mediante programas sectoriales, proyectos regionales y obras de infraestructura, pero también facilitando el acceso al crédito a las pequeñas y medianas empresas (que constituyen el 93 por ciento y que general la mayor parte de los empleos) y reduciendo y simplificando los requisitos para la creación de empresas nuevas”.

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“El fortalecimiento de los principios éticos irá acompañado de un desarrollo económico que habrá alcanzado para entonces una tasa de crecimiento de 6.0%, con un promedio sexenal de 4.0%. La economía deberá haber crecido para entonces más del doble que el crecimiento demográfico”, señaló AMLO en el video en el que presenta el Plan de Nacional de Desarrollo.

 

Por otra parte, se describen brevementes los proyectos regionales del Tren Maya, el programa para el desarrollo del Istmo de Tehuantepec (con todo y su Corredor Multimodal Interoceánico), el Programa Zona Libre de la Frontera Norte… y claro, el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, “Felipe Ángeles”, el cual no explotará su potencial en este sexenio, pero ya se verá.