Egresados del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) desarrollaron un sustituto del unicel totalmente biodegradable, que podría convertirse en una alternativa sustentable y respetuosa con el medio ambiente para tareas de empaque y embalaje.

El material, bautizado como ‘biocel’, fue creado por Rodrigo Martín Barrientos, Daniel Díaz Tazzer Herrerías, Amador Duarte González y Ricardo Muttio Limas, quienes inciaron en 2018 la compañía Radial Biomateriales en una cocina y con herramientas tan simples como una olla exprés.

El ‘biocel’ está fabricado a partir de residuos de la agroindustra y hongos, dando como resultado un material con muchas aplicaciones industriales y asequible, además de de que representa un impacto casi nulo al medio ambiente.

De proyecto casero a compañía innovadora

En entrevista con el portal de la universidad tapatía, Muttio Limas explica que comenzaron a trabajar con un kit casero de cultivo de setas comestibles y notaron que el sustrato de hongos se solidificaba, encontrando en ello el potencial de desarrollar el material.

El ‘biocel’, explica el ingeniero, tiene las mismas aplicaciones que el unicel tradicional (conocido como poliestireno expandido) pues absorbe impactos, es ligero y aísla igual que el polímero, pero no está fabricado a partir de petróleo.

“Ya no necesitamos grandes fábricas y grandes cantidades de petróleo para hacer materiales o productos. En lugar de minar y explotar los recursos, los cultivamos. Son organismos vivos los que generan los nuevos materiales”, resaltó.

Datos de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ) señalan que en México se consume unas 125 toneladas al año de unicel, y sólo se logra reciclar 3 por ciento de este monto, lo que pone en relieve la importancia de desarrollar opciones biodegradables.