La era digital supone una gran aliada para la comunidad emprendedora y para toda aquella persona que desea poner en marcha un negocio.

Lo que comenzó en un garaje, como Skyscanner, el motor de búsqueda que compara vuelos; o Shazam, la popular app que reconoce cualquier canción, es susceptible de transformarse en una compañía de alcance internacional.

Las herramientas para triunfar lanzándonos a la aventura de montar nuestra empresa resultan inmejorables en la actualidad.

Disponemos de los instrumentos. Ahora, solo hace falta estar dispuestos a convertir en realidad nuestra idea. Pero con las ganas no basta. ¿Tenemos lo que hace falta para este gran reto?

Los buenos emprendedores/as comparten conductas básicas y cualidades ineludibles que los conducen a la gloria laboral vendiendo su producto.

A continuación, te contamos las cinco características de la comunidad emprendedora que nos sacarán de dudas. ¿Tenemos madera para el emprendimiento?

1. Pasión

La vocación supone el leitmotiv de toda profesión. No podremos dedicarnos en cuerpo y alma a nuestra marca si no nos gusta lo que hacemos.

El entusiasmo ayuda a que el sacrificio que conlleva toda actividad profesional no implique padecimiento, sino deseo de superación. El amor a nuestra ocupación resulta fundamental en el emprendimiento. Trabajar en aquello que nos apasiona nos otorga independencia y autoconfianza, y eso supone una de las características del emprendedor/a de éxito.

2. Creatividad

Montar una empresa requiere inventiva. La imaginación nos da alas para mostrarnos ambiciosos y captar oportunidades en lugares inhóspitos. No se antoja primordial concebir un producto aún no inventado, sino mejorar aquello que ya prolifera en el mercado.

La aptitud innovadora garantiza la diferenciación; y esa autenticidad ejerce como una de las destrezas que ponen en práctica los empresarios y empresarias de éxito.

3. Responsabilidad

Sensatez y seriedad. Llegar el primero al puesto de trabajo y marcharse el último. La dedicación funciona como un arma principal en todo emprendedor/a que logra el reconocimiento.

Además, la toma de decisiones requiere compromiso, pues tendremos que valorar las implicaciones y las consecuencias de apostar por un camino u otro. La responsabilidad que comporta asumir riesgos se incrementará si no tenemos socios

4. Capacidad para adaptarse a los cambios

No nos engañemos, si hay un estado continuamente presente en el emprendimiento es la incertidumbre, y resulta algo que ha llegado a convertirse en una de las características de la comunidad emprendedora. No existe una fórmula milagrosa que catapulte a la victoria eterna a una compañía.

El mundo evoluciona a pasos agigantados y, aunque podemos sospechar ciertas alteraciones en el devenir de los acontecimientos, no tenemos la certeza de qué aspectos cambiarán y en qué medida. Por este motivo, la flexibilidad de la comunidad emprendedora supone un punto a su favor cuando la incertidumbre merodea en el mercado.

5. Visión

Esta capacidad se relaciona con la anterior.

Como una de las características de la comunidad emprendedora si, además de ser flexibles, contamos con la destreza de adelantarnos a los acontecimientos, tendremos la mitad del camino ganado.

Encontrar las soluciones antes de que irrumpa el problema parece la situación deseable. Esta habilidad suele germinar con los años de experiencia, aunque todo principiante en este apasionante mundo del emprendimiento ha de estar dotado de la capacidad de contemplar diferentes enfoques.

Así que, comienza e intenta fallar muchas veces en el proceso, equivócate lo más rápido que puedas y aprende rápido de tus errores, es la única manera de comenzar algo grandioso, ¿estás listo para echar a andar tus ideas?

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¡No dejes que el miedo le gane a tus sueños!

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