Chivas se convirtió en una vergüenza Mundial y se colocó en el último puesto del Mundial de Clubes al perder ante el equipo tunecino ES Tunis tras empatar a una anotación y después en penales caer por 6-5.

 

El equipo de Guadalajara al igual que en el primer partido comenzó ganando, ahora desde los cinco minutos con un penalti de Gael Sandoval, pero se vio alcanzado pronto con un nuevo penal de Mohamed Yuucef Betaili a los 38 minutos.

 

 

Inoperante, inseguro, con poca calidad, un equipo poco preparado que no supo aprovechar tener dos hombres de más, eso fue Chivas, que pese a tener las oportunidades y las condiciones, llevó el partido hasta la última instancia.

 

En los penales Hedgardo Marín, Josecarlos Van Rankin e Isaac Brizuela fallaron para caer en el duelo por 6-5.

 

 

Un equipo que se llenó de expectativa, de ilusiones a su afición, de palabras por ser un equipo solo conformado por mexicanos (aunque tenían a un estadounidense registrado), de todo eso que dice lo hace un grande solo para encontrar su verdadera realidad, la de la mediocridad.

 

José Saturnino Cardozo no es un técnico para Chivas, elementos como Alan Pulido, Isaac Brizuela y Orbelín Pineda no pueden vivir del pasado y de lo que consiguieron con Matías Almeyda, deben buscar nuevos objetivos como no fallar en una competencia tan importante.

 

Chivas hizo un ridículo mundial, es la vergüenza de México y esperemos este nuevo golpe a su realidad sirva para construir mejores cosas en el futuro.