Durante el regreso a las actividades por la nueva normalidad, los empleados que salen a la calle podrían contraer COVID-19, y al no ser considerado como enfermedad de trabajo, los contagiados no podrían acceder a una incapacidad, por lo que la Secretaría de Salud llegó a un acuerdo para el coronavirus sea considerado un riesgo laboral.

Además, se gestionará ante el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar un apoyo para que se puedan entregar insumos de protección personal a diversos estados de la República.

“Los miembros de dicho organismo, provenientes de diferentes instituciones del sector Salud y de los estados de México, Baja California, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Guanajuato y Ciudad de México, presentaron un documento en el que solicitan, entre otras cosas, que las unidades médicas cuenten con abasto de insumos y equipo de protección personal para atender la pandemia del COVID-19”, informaron en un comunicado.

También buscarán conciliar con los secretarios de Salud los casos en donde se hayan dado de baja a trabajadores de la salud para descartar cualquier tipo de represión, si existiera.

Por lo tanto, el IMSS no tendría la obligación de dar incapacidad a los trabajadores que se contagiaran del virus, ya que no se podría comprobar que fue mientras realizaba sus labores dentro de la empresa.

Con información de Infobae