El yogur es una parte importante de la dieta de algunas personas, sobre todo durante el desayuno o como un snack saludable entre comidas para mitigar el hambre, y es que el yogur aporta calcio y proteína, por lo que es bueno consumirlo cada dos o tres días.

Ultimamente, el yogur griego ha ido ganando popularidad en preferencia a la hora de comprar un tipo de yogur, así que aquí te venimos a contar un poco acerca de las diferencias entre el yogur griego y el yogur natural.

La primera diferencia y la más obvia es la consistencia y el sabor, ya que el yogur griego tiende a ser un poquito más agrio y mucho más espeso, esto se debe a no contiene nada de suero (la sustancia líquida que queda después de que la leche ha cuajado), lo que hace que sea rico en minerales como yodo y potasio (ambos te ayudan a controlar tu peso y a recuperarte después de una sesión pesada de ejercicio) y tenga menos azúcar.

El yogur natural tiene varias presentaciones y sabores, y también aporta el doble de calcio que el yogur griego, ya que contiene más lactosa, lo que puede hacer más sencillo que le guste a paladares más sensibles al sabor, el problema es que muchas marcas comerciales contienen azúcar en exceso, por lo que es necesario poner atención a los ingredientes antes de elegir uno.

En general, el yogur es un alimento sumamente recomendable para conseguir nutrientes necesarios para fortalecer el sistema inmune y óseo, además de que es muy agradable con el estómago de personas con intolerancia a la lactosa, así que ya lo sabes, ambas versiones son buenas para ti, sólo te queda elegir la que se adapte más a tu estilo de vida y plan nutricional.