Rachel Chu es invitada por su novio a una boda en Singapur, lo que ella ignora es que la familia de Nick es millonaria y este no será el viaje que ella esperaba.
Crazy Rich Asians está basada en la novela del mismo nombre escrita por Kevin Kwan, la inspiración para escribir la novela vino del tiempo que Kwan pasó cuidando a su padre enfermo en Singapur.
Desde hace algunos años los medios han notado que los Academy Awards (Oscar) están representados en su mayoría por actores “blancos” y eso ocasionó el hashtag #OscarsSoWhite en redes sociales.
Sin embargo, algunos años después Hollywood parece haber reivindicado y películas como Black Panther y Crazy Rich Asians demuestran que siempre que tengas una buena historia que contar el color de la piel de tus actores es irrelevante.
Para lograr un cast totalmente asiático el equipo de producción tuvo que financiar sin involucrar a terceros, sólo así lograron tener el control total de la cinta.
Las actuaciones en la película son el estándar de cualquier comedia romántica, lo cual aquí es un gran logro ya que muchos estudios apostaban que la cinta no funcionaría.
La fotografía de Vanja Cernjul retrata de forma adecuada la vida de lujos en Singapur y con el apoyo del director de arte logra crear momentos interesantes hacia el final del largometraje.
La música es algo interesante, ya que incluye diversos covers de canciones relacionadas con el dinero (Material Girl) y les da un toque oriental, lo cual las vuelve nuevas, pero reconocibles a la vez.
En resumen, Crazy Rich Asians no viene a cambiar nada en cuanto a comedias románticas pero el tener un cast totalmente asiático abre las puertas a la diversidad racial en Hollywood y eso es algo bueno para todos porque lo crean o no, la representación es importante.
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Escrito por: Alex García.